Sergei Brin y Larry Pag

Sergei Brin y Larry Page

Informáticos estadounidenses, creadores del buscador de internet Google. Hijo de profesores universitarios, Larry Page nació en East Lansing (Míchigan) en 1973, y mostró desde pequeño su afición a la tecnología y a las mismas materias que sus padres impartían (inteligencia artificial su padre, y programación su madre). Se cuenta que su ídolo juvenil era el célebre físico e inventor de origen serbiocroata Nikola Tesla. Graduado en la Universidad de Míchigan, Page quiso ampliar su formación cursando un doctorado en ciencias de la computación en la Universidad de Stanford, donde conocería a Sergei Brin.


Sergei Brin y Larry Page

Sergei (o Sergey) Brin nació en Moscú en 1973, en el seno de una familia judía relativamente acomodada pero insatisfecha con el trato que recibía en la Unión Soviética debido a sus creencias religiosas. Su padre, Mijail, un matemático, y su madre, científica de profesión, decidieron trasladarse a Estados Unidos cuando Sergei tenía tan sólo seis años, y se instalaron en el este del país. Mientras sus padres ejercían la docencia en la Universidad de Maryland, el aventajado alumno se graduó antes de tiempo en la escuela y decidió estudiar matemáticas e informática en el mismo centro donde impartían clase sus padres. Sin embargo y pese a licenciarse con matrícula de honor en matemáticas y en informática por dicha universidad, Brin no se conformó y se trasladó a la Universidad de Stanford para doctorarse en informática.

Un nuevo concepto de buscador

La idea de crear un motor de búsqueda surgió en el invierno de 1998 en Stanford, cuando Sergei Brin y Larry Page, todavía estudiantes, se hallaban realizando un proyecto de investigación en común. Profundamente frustrados con las máquinas de búsqueda existentes en aquel momento, ambos decidieron construir una más avanzada y más rápida. Una mañana se encontraron en el campus de la universidad con Andy Bechtolsheim, un inversor de la firma Sun Microsystems y ex alumno de la facultad. Persuadidos de que el proyecto que acariciaban no era una idea descabellada, explicaron los detalles al inversor, le hicieron una rápida demostración y consiguieron que, de inmediato, Bechtolsheim les extendiera un cheque por valor de 100.000 dólares para que la aventura diera comienzo.

Esta cantidad fue insuficiente para continuar y tuvieron que buscar otras fuentes de ingresos. Brin y Page lograron que dos de las firmas de capital de riesgo más relevantes de Estados Unidos, Kleiner Perkins Caufield & Byers y Sequoia Capital, accedieran a financiar su idea. Entre ambas pusieron sobre la mesa 25 millones de dólares y el proyecto empezó a ser una realidad.

Los orígenes de Google

La palabra Google deriva de googol, término inventado por el matemático Edward Kasner (1878-1955) para denominar al número 1 seguido por 100 ceros. Los creadores del invento utilizaron este nombre para simbolizar el objetivo de organizar la ingente cantidad de información disponible en internet. En sólo cinco años de existencia, Google se convirtió en sinónimo de búsqueda de información en internet. En este sentido, Yahoo! jugó un papel esencial en la escalada de su aliado. Tras alentar a Google para que creara su propio motor de búsqueda, comenzó a ofrecer en su popular portal la posibilidad de buscar a través de aquel motor. En 2003, Google tenía alrededor de 112 millones de búsquedas diarias, mientras que su principal competidor, Yahoo!, tan sólo soportaba aproximadamente 42 millones. Según los analistas, pese a los intentos de renovación de los principales buscadores, no les iba a resultar fácil alcanzar a Google.

Google había añadido nuevas posibilidades a la docena de funciones relacionadas con su motor de búsqueda y seguía experimentando con muchas otras. Además de buscar en la web, facilitaba la localización de imágenes, grupos de noticias y búsquedas dentro del directorio temático del Open Directory, un proyecto internacional de voluntarios que catalogan páginas web a mano. Ofrecía el servicio news.google.com, un organizador automático de las noticias de más de 4.500 medios de comunicación on-line, todos en inglés.

Precisamente, la empresa recibió un Webby, el equivalente a los Oscar en internet, por este servicio. También ofrecía el buscador de productos en venta en la red Froogle; el buscador de productos dentro de los catálogos de venta por correo catalogs.google.com; un traductor (de palabras, frases o páginas web enteras entre varios idiomas), o answers.google.com (por 2,5 dólares respondía a cualquier pregunta en 24 horas), entre otras nuevas prestaciones. Multitud de servicios han seguido incorporándose desde entonces, pero la empresa se ha adueñado, además, de sectores clave como los navegadores (actualmente dos de cada tres usuarios prefieren Google Chrome) y, muy especialmente, los sistemas operativos para móviles, campo en el que el Android de Google se ha convertido prácticamente en el estándar.

El estilo de Google y el futuro

A principios del siglo XXI, la esperanza de los creadores de Google era crear una empresa lucrativa que pudiera sustentar su independencia a largo plazo. En un edificio absolutamente original situado en la californiana región de Mountain View, más de un centenar de personas trabajaba en un ambiente poco común. Tenían a su disposición clases de yoga, masajes, bares, máquinas de helado gratis, comida preparada con alimentos orgánicos por dos jefes de cocina, una mesa de ping-pong, piscina, dos pianos y encuentros de hockey dos veces por semana. La filosofía de la compañía era ofrecer un lugar agradable para trabajar y con ello motivar y fidelizar a los empleados.

Por otra parte, los intereses de investigación de Sergei Brin y Larry Page se centraban especialmente en crear mejores máquinas de búsqueda, en la extracción de información de fuentes no estructuradas y en las bases de datos de largas recopilaciones de texto e información científica. Autor de más de una docena de artículos en revistas académicas de primer nivel y ponente en varios foros académicos, empresariales y tecnológicos nacionales e internacionales, Sergei Brin vio reconocida su labor en 2002, cuando fue proclamado «Young Innovator Who Will Create the Future» («Joven innovador que creará el futuro») por la revista Technology Review. Esta publicación estaba editada por el prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Actualmente la pareja no solamente comparte las primeras posiciones en las listas de la revista Forbes con otros magnates de la industria (Bill Gates, Jeff Bezos, Mark Zuckerberg), sino que figura ya, por el peso y trascendencia de sus aportaciones, entre las máximos protagonistas de la corta historia de la informática, al mismo nivel que Bill Gates (Microsoft), Steve Jobs (Apple) y Mark Zuckerberg (Facebook).

Hoy en día navegar por la red y no conocer Google es casi imposible. Se trata del buscador más famoso, más efectivo y más censurado por algunos regímenes totalitarios -por ejemplo, China-, que ha establecido modas entre los usuarios de Internet. Según los expertos en informática, Google es la medicina salvadora para la mayoría de internautas. De una rapidez desconcertante y una efectividad máxima, produce una irrefrenable adicción. Su diseño es simple y directo, estudiado para lograr la mayor eficacia y sin incorporar publicidad intrusiva en sus páginas que pueda distraer a los usuarios. Como consecuencia, los internautas se decantaron de inmediato hacia este buscador en perjuicio de otros antes más populares como Yahoo!, Altavista o Excite, que quedaron relegados al olvido.

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